LA
SISTEMATIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN.
1. Hasta después del Renacimiento
existió todavía desinterés hacia el ámbito
educativo por el poder civil. Aunque era la Iglesia la principal
promotora y
organizadora de
instituciones educativas; con una tímida participación, de vez en
cuando, de seglares sensibilizados en ese
sentido por sectores eclesiásticos.
2. El racionalismo dejó una gran huella en la historia de la educación.
La creencia de que el hombre puede
confiar en sus poderes personales para resolver los problemas y llegar a conclusiones lógicas,
fue causa de una nueva y más amplia concepción
del ser humano inteligente. A partir de entonces, el hombre fue tenido por un producto de la naturaleza que tenía el
destino en sus manos. En la Revolución Francesa del siglo XVIII la educación
popular centra la atención de los
políticos, porque los «Derechos del Hombre» hubieran sido para el pueblo letra muerta sin la instrucción que, al poner
a todos los ciudadanos en condiciones de
ejercer los propios derechos, contribuye a eliminar la desigualdad entre
ellos.
De ahí el derecho de todo
ciudadano a la educación, que tiene como consecuencia el deber del Estado a abrir escuelas para el
pueblo, en todo el territorio. pero la educación
primaria sólo estaría al alcance de todos si fuese gratuita. 0 sea, el Estado asume la misión de educar a todos sus
ciudadanos; generaliza la educación por
todo el país; la hace obligatoria y gratuita, y crea centros de educación primaria.
3. En el siglo XIX la educación recibe un serio impulso en muy
diversas direcciones. Tras las revoluciones francesa e industrial, nuevas ideas
agitan en esta época a los
pueblos
europeos. Cada una de ellas había puesto sobre el tapete de las relaciones
humanas exigencias nuevas.
La primera levanta en alto la
bandera de la igualdad política, que postulaba como consecuencia una educación al alcance de todos
los ciudadanos. La segunda plantea a los
gobiernos la urgencia de preparar hombres que trabajen con eficacia en el seno de una sociedad en vías de industrialización
y de tecnificación.
Exigencias de una instrucción
universal y especializada; de una organización
educativa con capacidad de extenderse a todos los individuos de un
Estado, y de preparar a los trabajadores
que éste necesita para su elevación social.
Los Estados a través de sus
gobiernos, llegan a sentir como propios, y hasta como exclusivamente suyos estos problemas, y se arrogan
el derecho de orientar, organizar e
impartir la instrucción en todos los grados y formas. Comienzan los dirigentes políticos a hacer realidad la idea
de un «sistema de instrucción pública», aparecido
con anterioridad en las mentes y en las plumas de pensadores y pedagogos teóricos. Tras los planes y
proyectos de política educativa vienen las
leyes, en relación con las características de cada país.
Otra nota de esta época es
la planificación de la educación a
escala mundial, por medio de organizaciones que
congregan a pedagogos y educadores de los más diversos países.
4. En el siglo XX resulta imposible tratar de cuestiones educativa
sin hacer referencia a un marco
jurídico-político-social concreto. Las relaciones entre la educación y el marco jurídico se han ido
estrechando cada vez más a lo largo de este
siglo.

En el período comprendido entre
la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la
Segunda (1939 1945) los Estados van asumiendo cada vez más coste de
la
educación, y tres son las principales
causas:
a) Económicas. Los presupuestos destinados a la educación son cada
vez mayores, porque ninguna institución privada puede hacerse cargo totalmente de este servicio, después de que
Europa quedó asolada como consecuencia
de las guerras.
b) Políticas. Surgen los movimientos totalitarios (marxismo,
fascismo, nazismo, etc.), que han
descubierto en la escuela la cantera de futuros militantes.
c) Sociales. La sociedad va ambicionando progresivamente mayor
nivel de educación, porque necesita
personas más cualificadas que respondan a
necesidades industriales del momento.
El Estado, a medida que va financiando la educación, va imponiendo normas
y condiciones a la misma.
Paralelamente a este proceso a
nivel nacional, van surgiendo organismos de
carácter internacional que aconsejan a los diferentes Estados Miembros
en su actuación frente a la educación.
Esta intervención del Estado en
la educación genera la necesidad de ser regulada jurídicamente, y de este modo se impone establecer
un equilibrio entre la autoridad
atribuida al Estado y la libertad como un derecho de la persona o de los grupos humanos legalmente establecidos en una
sociedad. Esto se concreta en el sistema
educativo de un país y es consecuencia de la planificación educativa de un Estado.
Fuente: IYANGA PENDI, A. (1998): La Educación Contemporánea. Nau Libres, Valencia.